viernes, 8 de diciembre de 2023

Escuelas Técnicas en contexto de transformación productiva y económica.                                                                                                                                                                                                             *Daniel HERRERA

      Asistimos a un período de transición hacia un nuevo sistema tecnológico, que se despliega a partir de un conjunto de innovaciones que plantean la restructuración de la organización socio – productiva, originando demandas en la formación de recursos humanos focalizada en la productividad y en la capacidad de adaptación a entornos tecnológicos presenciales y virtuales.

      Las tecnologías de la información, basadas en la microelectrónica, caracterizan al modo de acumulación flexible y constituyen la base para nuevas formas de organización que han ido desplazando al régimen de acumulación fordista. Según Mattos, las nuevas tecnologías han afectado a las actividades productivas en todas sus dimensiones y etapas, incorporando mayor flexibilidad en los procesos de acumulación, gestión y producción. Así, puede observarse:

-        La optimización de los procesos de innovación y fabricación, a través de diseño y la manufacturación asistida por computadora – CAD/CAM.

-        El desarrollo de un nuevo modelo gerencial y organizativo, adopción del modelo Just in time – justo a tiempo – que permite remodelar el sistema de producción.

-        La sustitución, para ciertos productos, de la fabrica de gran tamaño destinada a la producción masiva, por estructuras modulares flexibles (para demandas segmentadas mediante lotes más pequeños, de productos diferenciados).

-        La adopción de nuevas formas de interrelación entre empresas de diferentes especializaciones y dimensiones (donde la subcontratación juega un papel importante).

    La crisis causada por el Covid 19 y las restricciones de la pandemia tuvieron un fuerte impacto en el mundo del trabajo, sobre todo, en el empleo informal y provocó un aumento del trabajo en plataformas digitales, en general en condiciones precarias.

   La economía de plataformas digitales se transformó en la nueva forma de producción capitalista de esta última fase, así, controla la intermediación a través de plataformas digitales entre compradores y vendedores de bienes (Amazon o Mercado Libre); productores y consumidores de entretenimiento cultural (Spotify, Netflix); usuarios y proveedores de información global (Facebook, Google); pasajeros y conductores de transporte (Uber, DiDi); o entre consumidores y negocios de viandas o comidas (Pedidos Ya, Rappi).

   El debate sobre la regulación del trabajo en plataforma se centra en determinar si se trata de trabajo asalariado o de trabajo por cuenta propia. La discusión se plantea en un modelo binario de la regulación laboral que distingue dos formas de clasificación del trabajo: por cuenta ajena (dependiente o asalariado) o por cuenta propia. En todos los casos de relación de dependencia hay diversidad en los contratos de trabajo, que implican accesos a derechos laborales individuales o colectivos, previsionales y a la seguridad social. Los contratos de trabajo van mutando de jornada completa a reducida, de tiempo completo a tiempo parcial y de jornada fija y continua a jornadas rotativas en días y horarios. Por otro lado, el trabajo autónomo o por cuenta propia es la forma más extendida del trabajo en plataformas y en diversas actividades. Los monotributistas se han extendido a lo largo y ancho del país, donde el costo de los derechos previsionales y asistenciales quedan a cargo de las y los propios trabajadores.

  A la heterogeneidad económico productiva se le corresponde un mercado laboral segmentado y en consecuencia, las demandas al sistema educativo que provienen de sectores o actores sociales muchas veces da lugar a enfrentamientos interpretativos sobre la función económica, política y social de la educación. Si bien la educación no tiene como misión principal ser funcional al mercado, una de las demandas del aparato productivo y de la división social del trabajo capitalista, es la formación de recursos humanos calificados, circunstancias que en el sector de la enseñanza técnica provoca un resurgimiento de la discusión sobre la igualdad de la distribución de la educación, instancia que implica la recuperación de vastos sectores de la población.    

  Analizando las demandas diferenciadas de los sectores empresarios, sindicales y sociales, Graciela Riquelme sostiene que hay que bregar por una … “recuperación educativa de los trabajadores, mejora de la calidad de la educación media y técnica, estructuración de alternativas de educación superior – tecnológica, ampliación de la cobertura y sentido de programas de formación profesional, programas de reentrenamiento orientados a sectores dinámicos con alta modernización tecnológica, cursos de especialización concertados con grupos empresarios, actividades de readaptación profesional y ocupacional para trabajadores desplazados por la reestructuración productiva privada y estatal, entre muchas otras que puedan definirse”.

  La reafirmación del discurso neoliberal, sostenido desde la mundialización de los mercados financieros y las innovaciones de las tecnologías de la información, se expande hacia el plano social efectivizando una destrucción metódica de los colectivos sociales. Este modelo, que promueve las competencias individuales, intenta afirmar el “reinado absoluto de la flexibilidad en las relaciones laborales”, cuya expresión más descarada es el trabajo en plataformas, descripto precedentemente, que se potencia a partir de una masa de mano de obra docilizada y por la amenaza permanente del desempleo.  

  El avance de la pobreza y la desocupación contribuye a reducir el salario de quienes tienen empleo, puede ser funcional a los empleadores en el corto plazo, aunque al reducir la posibilidad de educar a los hijos de las y los trabajadores actuales, por falta de posibilidades de formación, el futuro sigue plagado de incertidumbres para quienes deberían ser las y los trabajadores de la industria futura.

  El vínculo entre educación – trabajo, se define desde distintas perspectivas, Graciela Riquelme plantea … “para unos hay que formar técnicos u operarios eficientes y eficaces para demandas laborales; para otros tiene que disciplinarse a la futura mano de obra; para algunos hay que formar técnicos u operarios de formación polivalente; para pocos, independiente de ciertas opciones anteriores, debería impulsarse la comprensión reflexiva y critica del mundo del trabajo; y para algunos otros, integrar las dimensiones anteriores en función de las peculiaridades del mercado laboral”.

Formación para el Empleo y Formación para el Trabajo.

   El modo de producción y el subempleo estructural, tienden a naturalizar las condiciones y el reparto del trabajo en la economía de mercado actual. La sustitución del trabajo humano por las tecnologías, han configurado mecanismos de degradación del empleo tradicional -de tiempo completo, permanente y protegido por la seguridad social-, se tiende hacia una dinámica de flexibilización de las relaciones laborales para las y los trabajadores en actividad y el desarrollo del empleo precario y temporario para los nuevos trabajadores. La terciarización misma del mercado laboral, genera el crecimiento de las agencias de empleo que posibilitan que la fuerza de trabajo se subcontrate en el momento que las empresas lo requieran.

  La complejidad del aparato productivo y los mecanismos desarrollados por el mercado de empleo, replantean la problemática de la Educación Técnica y la Formación Profesional en este contexto productivo y económico. Deben diferenciarse la formación para el trabajo y la formación para el empleo.

  La formación para el trabajo tiende a concebirse como una formación integral por medio del trabajo; el trabajo es, a la vez que una herramienta para la formación, un objeto de conocimiento en si mismo. Por otro lado, la formación para el empleo busca dar a una persona la capacitación necesaria para desempeñar una ocupación determinada, una capacitación para el puesto laboral, sin que implique otro tipo de calificación.

   Las demandas de capacitación cortoplacistas, son cubiertas con cursos que ofertan las instituciones de formación profesional. Desde el ámbito privado – muchas veces con financiamiento estatal – se realizan propuestas de formación laboral para diversos sectores sociales. Resulta legitimo satisfacer las necesidades de amplios sectores ya sea para insertarse en el campo laboral, como para perfeccionarse en el puesto de trabajo. Pero no deben confundirse con propuestas que consideren la democratización del conocimiento, que se desarrollan en el ámbito de las Escuelas Técnicas, donde se plantean una formación más amplia para el trabajo y la ciudadanía critica y no encuadrar la formación exclusivamente desde la lógica de la producción o desde el cada vez más segmentado y cualificado mercado laboral.

  Se deben establecer propuestas para que las y los jóvenes desarrollen un acercamiento reflexivo y critico a las tecnologías actuales, el desarrollo del pensamiento constructivo resulta necesario para operar en la resolución de problemas aplicados a los procesos productivos y a un conjunto de servicios de manera compleja. Esta tarea implica interrelacionar los intérpretes computacionales, el acceso y manejo de diversas fuentes de información. Los sistemas de producción actual y el conocimiento científico tecnológico requieren de sistemas de formación que incrementen las posibilidades de empleabilidad tanto en relación de dependencia como la visualización de perspectivas laborales autónomas.  

La lógica económica y las propuestas educativas.

   Desde la lógica económica se intenta establecer en qué medida la educación es consumo o inversión, pero para los objetivos de la educación, esta descomposición convencional es inapropiada. Los programas educacionales contribuyen a la modernización y al desarrollo de una Nación por otros caminos que no son los de los aumentos directos de la productividad, aunque en uno de sus aspectos contribuye a la formación de los recursos humanos para el sistema productivo.

   Debe tenerse en cuenta en la evaluación de los planes y programas de estudio, la determinación de prioridades que son las contribuciones vitales en las instituciones sociales y políticas, este aporte sustancial del Sistema Educativo es el denominado “efecto de infraestructura” que hacen inaplicable la convención contable en el análisis de los servicios educacionales.

   En la actualidad existen propuestas formales y no formales, con duración variable de varios años a otras de pocas semanas, con cursos en distintas instituciones escolares o en los lugares de trabajo, son destinadas a jóvenes o trabajadoras y trabajadores adultos en ejercicio, orientados a ocupaciones relacionadas con los tres sectores productivos, es decir, al sector extractivo/primario, industrial/secundario y de servicios/terciario; de niveles que varían desde lo más simple a los mas complejos. Esta descripción del campo, permitiría construir una amplia tipología de la educación técnica. En esta diversidad de propuestas, existen iniciativas de capacitación laboral y otras de formación para el trabajo donde pueden observarse de manera cualitativa los efectos de infraestructura.

  Desde el campo económico se intenta indicar el rumbo a las instituciones sociales y políticas, desconociendo la complejidad de las mismas, donde los economistas ortodoxos y neoliberales operan resguardando intereses específicos, Pierre Bourdieu sostiene … “alejados por toda su existencia y toda su formación intelectual, la mayoría de las veces puramente abstracta y teórica, del mundo económico y social tal cual es, están inclinados a confundir las cosas de la lógica con la lógica de las cosas”.

   El resurgimiento en Argentina de las políticas neoliberales, al estar viviendo tiempos de desilusión, hacen posible la desaparición progresiva del poder público y del poder regulador del Estado, siendo las condiciones laborales establecidas por el mercado cada más precarias. Se sostiene que las políticas públicas volverán a los años ´90, aunque en el campo educativo no es factible retomar propuestas, sin la manifestación de agudos conflictos sociales, ya que se ha venido estableciendo una auténtica acción política, estructurada, concertada y organizada en los últimos veinte años que han posibilitado establecer, desde el 2005, un marco legal que incluye la Ley de Financiamiento Educativo (26075), Ley de Educación Técnico Profesional (26058), Ley de Educación Nacional (26206). Se han establecido principios y responsabilidades políticas en las distintas jurisdicciones, aunque reconocemos que en los tiempos actuales cada uno se expresa detrás de su pantalla creyendo que tiene la verdad, produciendo la ilusión de una implicación política y no asumiendo las consecuencias de los daños, existe un diluvio verbal que no produce nada productivo, solo potencia la tensión entre las personas, intensifica el rencor y el aislamiento colectivo.

   No hay ingenuidad en el planteo, existe intencionalidad al implementar determinadas políticas y favorecer a determinados sectores sociales, van a intentar la vinculación de la escuela con la empresa, como proyecto político y social establecerán planes, programas y un marco normativo para vincular la educación con los sectores productivos y desarrollar articulaciones entre la etapa de estudio de los jóvenes y el trabajo, en el campo educativo es una dimensión aceptable, aunque la ceguera obsesiva del concentrado poder económico y de sus aliados políticos intentarán, como otras veces, bajo el propósito de sostener una fuerza productiva competitiva, un despliegue de simulación o fraude laboral en esos vínculos de formación.

   Como contraproyecto hay que retomar la idea de encontrarnos, de estar juntos en sociedad, en las distintas organizaciones de la sociedad civil. Dar nuestros testimonios, discutir y poner los distintos puntos de vista en las diferentes problemáticas, hay que consolidar o construir estructuras de intercambio en común, que establezcan condiciones de conducir a acuerdos, consensos y a la acción política.

   Las propuestas de la Educación Técnica tienen que continuar impulsando una comprensión reflexiva y crítica del mundo del trabajo, que en la actualidad se encuentra forzado por el trabajo en casa y en plataformas, deben orientarse a sectores dinámicos con alta innovación tecnológica, desarrollar el pensamiento para que no se ahoguen nuestras facultades creativas fundamentales, nuestra humanidad. Las condiciones de época – de derecha o ultraderecha – y el paradigma del mercado alterarán las experiencias sociales, tendremos que intervenir en ellas y plantear nuestros principios de la importancia social de la Educación como un Derecho, su cumplimiento debe estar por sobre la reestructuración política, la división social del trabajo y la incertidumbre del mercado laboral. La indiferencia o la perplejidad nos puede paralizar, en los tiempos por venir donde anticipan el derrumbe del Estado y la principalidad del mercado, será un intento de modificación simultáneo y complejo de nuestro pensamiento, no debemos aceptarlo como una correlación cronológica sino como un intento de imposición que afectará nuestro desarrollo personal y el mejoramiento de nuestra calidad de vida.

  

Bibliografía:

-         BOURDIEU, Pierre (1996) “Cosas Dichas”. Gedisa Editorial. México.

-         HERRERA, Daniel (2001) “Análisis curricular. Planes de Estudio de la especialidad electromecánica en las Escuelas Medias de Enseñanza Técnica”. Tesis de Licenciatura FCE – Universidad Nacional del Comahue. Argentina

-         HERRERA, Marcelo (2000) “Enseñanza de la Tecnología en la Escuela Media Técnica. El caso del área de automatización en sexto año”. Tesis de Licenciatura FCE – Universidad Nacional del Comahue. Argentina

-         MATTOS, Carlos (1992) “Cambio tecnológico y reestructuración productiva: Hacia un nuevo periodo de desarrollo capitalista”.  Universidad de la Frontera. Chile

-         RIQUELME, Graciela (1996) “La educación para el mundo del trabajo”. Ediciones Novedades Educativas, Buenos Aires.

-         SADIN, Eric (2022) “La era del individuo tirano. El fin de un mundo común”. Caja Negra Editora. Buenos Aires.

 

*Daniel HERRERA. Profesor y Licenciado en Ciencias de la Educación. Universidad Nacional del Comahue. Educador – Escritor. Neuquén, diciembre de 2023. 

viernes, 25 de agosto de 2023

 

EDUCACIÓN TECNOLÓGICA COMO DERECHO SOCIAL

                    ESCUELAS TÉCNICAS PARA UN MODELO DE PAÍS                                                                                                                                  

                                                                                 *Daniel HERRERA

       Existen problemáticas coyunturales, que hacen vivir el presente con mucha incertidumbre. Se denuncian desigualdades y las dificultades cotidianas no permiten visualizar un horizonte movilizador. La desilusión no permite creer en ningún proyecto colectivo como Nación, aparecen propuestas que tienden a negar todos los Derechos Sociales, surgen creencias individualistas que no favorecen el entendimiento mutuo.

       Bajo el eslogan de la sociedad del conocimiento y de la sobreinformación, no se admite la posibilidad el desarrollo como Nación a partir de la educación tecnológica y de la industria nacional. La disputa política va más allá de una regulación de las exportaciones y del sostenimiento de la producción primaria, se trata de la educación tecnológica como comprensión de los procesos complejos que superan la visión de un usuario o usuaria de dispositivos digitales, o bien, de operar con programas de computación. Se requiere de procesos de formación para pensar mucho de esos objetos tecnológicos, para sustituir importaciones se requiere de personas con conocimientos aplicables en la vida diaria a objetos reales, un saber hacer reflexivo, entendido en un entorno productivo, no sólo los programas y diseños que corren con computadoras y máquinas importadas.

      La tecnología y su innovación resultan de la combinación de factores que se expresan en el ámbito social, económico y político; también hay que considerar que muchas veces es producto de demandas cruzadas entre los distintos sectores que tienen diferentes necesidades y esperan también respuestas diferenciables. De nada sirve una tecnología que no se encuentre en el ámbito y en el momento adecuado, entendiendo que las tecnologías son indispensables en su doble carácter de objetos concretos y de conocimientos e ideas. Los discursos tienden muchas veces, en nombre de las lógicas económicas y prácticas “supuestamente superiores”, a desalojar el carácter humano y cultural, tanto de las tecnologías como el de las ciencias en su más amplio espectro.

     La inclusión del conocimiento tecnológico como campo de estudio, como las matemáticas, la literatura o la historia, posibilita posicionarnos en ese universo presente entre nosotros. La superación del miedo o “tecnofobia” o la aceptación acrítica de los dispositivos digitales que quieren vendernos, generando todo tipo de basura que conlleva el consumo insensato de recursos no renovables y con ello a la contaminación del medio ambiente. La educación tecnológica nos permite discernir, este fenómeno de época, no comprar todo lo que ofrecen y no negar el presente por prejuicio. Necesitamos comprender el mundo en que vivimos, su dinámica y sus consecuencias en el mediano y largo plazo.

     Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC´S) promovieron la idea de que cualquier incertidumbre, cualquier pregunta o curiosidad se podría satisfacer con su búsqueda en internet, nos han hecho creer que sin esfuerzo podemos tener el manejo de la información. Es muy común encontrar comentarios o posteos al pie de los artículos de los diarios, o dar opiniones y exponer secuencias de nuestro pensamiento o secuencias de nuestra vida personal en las llamadas “redes sociales”, desde esta perspectiva, Éric Sadin las denomina “plataformas de expresividad”.

     La compleja relación educación – trabajo y educación – economía, es para nuestro pueblo un problema que nos remite a historizar sobre las distintas configuraciones culturales que se han venido disputando en los últimos cien años, los proyectos hegemónicos han relegado la Educación Técnico Profesional y con ello la transformación del Sistema Educativo, reduciendo la importancia de la educación sólo a los procesos socio – económicos.

    Un poco de Historia para pensar el presente y el futuro.

     En nuestro país, la sociedad civil y el movimiento obrero habían intentado por años generar modalidades educativas que favorecieran el ingreso a la educación secundaria de los sectores sociales postergados. Algunas Escuelas de Artes y Oficios a fines del siglo IXX y en 1898 la primera Escuela Industrial de la Nación en Buenos Aires, eran las aisladas respuestas que el Estado ofrecía a todos los que solicitaban la expansión de una formación que permita interpretar científicamente el trabajo y la producción.

     Sólo el uno por ciento (1%) de los 300.000 estudiantes de las escuelas primarias asistían a los Colegios Nacionales a comienzo del siglo XX, esto nos refleja la necesidad de los cambios que debían generarse.

       En 1923 se crearon 37 Escuelas de Artes y Oficios y 50 Escuelas Complementarias de educación de adultos con enseñanzas de oficios, que … “probablemente tendían a satisfacer demandas de sectores bajos y proletarios y no atendían las necesidades de profesionalización temprana de los sectores medios, ni las demandas de personal técnico de la gran industria ni del agro” (Puiggrós).

     A partir de la crisis mundial de 1929, se plantearon estrategias para el surgimiento de un nuevo modelo de desarrollo, definiendo y consolidando un modo de regulación basado en una fuerte intervención pública en la economía. Comenzó un proceso de desarrollo y se incorporó la idea de un Estado de Bienestar, que tendería a solucionar los problemas sociales generados por el régimen de acumulación capitalista.

     En la década de 1940, nuestro país comienza a impulsar estrategias y políticas de crecimiento hacia adentro, basadas en la industrialización sustitutiva de importaciones, y el despliegue de acciones orientadas al incremento de la productividad con el propósito de dinamizar el sistema económico. Se planteó seriamente la institucionalización de la relación educación – trabajo y sistema educativo – capacitación laboral.

   El peronismo genero las condiciones para el aumento sostenido de la matricula a partir de la Principalidad del Estado en materia educativa, esto, no hubiera sido posible sin el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores populares, que tuvieron la posibilidad de postergar el ingreso de sus hijas e hijos a la actividad laboral.

    La propuesta educativa de la Educación Técnica en este periodo, se formuló inicialmente desde la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP). Hacia 1952, se constituía la Universidad Obrera Nacional (UON) que posibilitaba los estudios universitarios de los egresados de la CNAOP, con el título de “Ingenieros de Fábrica” en la especialidad cursada.

   Las Escuelas Industriales de la Nación pasaron luego al ámbito de la Comisión Nacional de Educación Técnica (CONET), realizando una reforma curricular y el diseño de Planes de Estudio. La Universidad Obrera Nacional será luego del golpe de Estado de 1955, rebautizada como la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), se estaba produciendo una resignificación histórica, sin Perón en el poder, ya no habría obreros en la Universidad sino “tecnólogos”.

   En la década del ´70 surge la necesidad, ante la demanda popular, de reorientar las políticas sociales, y en el área de la educación técnica se implementó el Proyecto 13, con escuelas cabeceras de regiones geográficas, que fueron equipadas con máquinas e instrumentos para taller y laboratorios de Física, Química y Ensayos Industriales de materiales, electromecánicos e hidráulicos. También funcionaron como centros de formación docente.

   En los ´80 se implementó el Sistema Dual que tiene la característica de la alternancia entre la escuela y las empresas públicas y/o privadas, donde se realizan pasantías y prácticas profesionalizantes que debían ser coordinadas y reguladas por las Escuelas Técnicas.

   Ya en democracia, y dentro de la ola neoliberal, en 1992 se produce la Transferencia de la Educación Secundaria a las provincias y luego, los cambios normativos propuestos por la Ley Federal de Educación (LFE - 1995) desconociendo la historia y las tradiciones pedagógicas de nuestro país. Se apostaba a la solución de los problemas de la formación técnico – profesional en el campo extra educacional. La LFE, en aquellos lugares donde se implementó, desarticuló la Educación Técnica, la dividió en Educación Polimodal y los Trayectos Técnicos Profesionales, se perdían así las incumbencias y la habilitación profesional del Técnico Nacional. Durante este período el CONET es modificado y se transforma en el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET)

   Con el objetivo de reestablecer Derechos Sociales, durante el gobierno de Néstor Kirchner, comienza a promulgarse un conjunto de normas legales en una propuesta integradora, en el año 2005, se sanciona la Ley de Educación Técnico Profesional que manifiesta … “establecer esta modalidad como un derecho de todo habitante de la Nación, articular los distintos tipos de instituciones y programas de educación para y en el trabajo, que especializan y organizan sus propuestas formativas según capacidades, conocimientos científicos tecnológicos y saberes profesionales”. Se intenta romper con el aislamiento y la fragmentación que nos llevó a las desigualdades regionales.

   Se produjo en esos años una importante inversión pública en dispositivos de formación, el Estado Nacional promovió el Programa Conectar Igualdad con la entrega de Netbook a todas y todos los estudiantes del nivel secundario. En la modalidad técnica, se invirtió en aulas y simuladores tecnológicos sostenidos en la microelectrónica – control electrónico de equipos y procesos industriales -. Además, se estableció una red de Formación Docente Continua.

   En 2011, se publicó el Decreto 1374 para definir el Régimen General de Pasantías para la Educación Secundaria como un … “proceso sistemático de formación que articulan el estudio y el trabajo y la toma de conciencia sobre el pleno ejercicio de los derechos laborales”. Se intenta eliminar el riesgo de sostener a bajo costo, una fuerza productiva competitiva que de manera solapada producía simulación o fraude laboral.

   Todo proyecto político tiene en el campo educativo que generar los objetivos y finalidades, para ello, muchas veces se formaliza, y en otras ocasiones hay que develarlos, como se entiende a la educación y el papel del Estado, la relación de lo público con lo privado y un modelo pedagógico que plantea desde las condiciones laborales docentes, relación y grados de participación de la comunidad, los vínculos de la educación con la economía, con las nuevas tecnologías y con el mundo de la producción y el trabajo. En los distintos gobiernos este escenario material y simbólico ha ido mutando y reconfigurándose.

  En el año 2015, con Macri, la derecha política llega al poder por primera vez por vía democrática. Sólo a tipo de muestra, sus prácticas en el ejercicio de poder, produjeron la caída de las becas doctorales y las limitaciones en la carrera de investigador e investigadora del CONICET, desarticulación del Sistema de Formación Docente, se intentó eliminar la paritaria Nacional Docente, la subejecución el presupuesto del INET, se dejaron de entregar las Netbook y se proyectó la creación de la Agencia Nacional de Formación de Talentos que absorbía la Dirección Nacional de Formación Profesional. Todo un berenjenal y entramado con profundos cambios materiales y simbólicos que costará años reconstruir. 

   En todas las políticas públicas, como sostiene el sociólogo francés Loic Wacquant … “donde se retira el Estado Providencia, asoma su horrible rostro el Estado Penitencia”, resurge la represión de las protestas y se pone en juego todo un conjunto de significaciones donde empiezan a languidecer de a poco los derechos sociales.

   Para quienes sostenemos la importancia social de la Educación como un Derecho, creemos que su ejercicio debe estar por sobre la reestructuración política, la división social del trabajo y la incertidumbre del mercado laboral, ligado al dinamismo del modo de producción. Las desigualdades que se generan por no poder acceder al conocimiento resultan injustas, pues aleja a las personas como sujetos sociales de la posibilidad de intervenir, con conciencia crítica, de los procesos productivos, afectando su desarrollo personal y el mejoramiento de su calidad de vida.

   Debemos generar las acciones y los debates necesarios para posibilitar la democratización del conocimiento humano y tecnológico, para una formación más amplia para el trabajo y la ciudadanía crítica, y no encuadrar la formación desde la lógica de la producción o desde el cada vez más segmentado y precarizado mercado laboral.

 

Bibliografía.

-         FERNÁNDEZ, Alvaro. “Interpretaciones sobre sobre el proyecto educativo del primer peronismo”. Mimeo. Bs. As. 1997.

-         FOUREZ, Gerard y otros. “Alfabetización científica y tecnológica” Ediciones Colihue, Bs. As. 1997.

-         HERRERA, Marcelo. “Enseñanza de la Tecnología en la Escuela Media Técnica. El caso del área de la automatización en sexto año” Tesis de Licenciatura. FCE – Universidad Nacional del Comahue. 2000.

-         HERRERA, Daniel. “Análisis curricular. Planes de Estudio de la especialidad electromecánica en las Escuelas Medias de Enseñanza Técnica” Tesis de Licenciatura FCE – Universidad Nacional de Comahue. 2001.

-         PUIGGRÓS, Adriana. “Sujetos, disciplina y currículum” Editorial Galerna, Bs. As. 1990.

-         SADIN, Éric. “La era del individuo tirano. El fin de un mundo común”. Caja Negra Editora. Bs. As. 2022.

 

 

*Daniel HERRERA. Profesor y Licenciado en Ciencias de la Educación. Universidad Nacional del Comahue. Educador – Escritor. Neuquén, agosto de 2023.