viernes, 25 de agosto de 2023

 

EDUCACIÓN TECNOLÓGICA COMO DERECHO SOCIAL

                    ESCUELAS TÉCNICAS PARA UN MODELO DE PAÍS                                                                                                                                  

                                                                                 *Daniel HERRERA

       Existen problemáticas coyunturales, que hacen vivir el presente con mucha incertidumbre. Se denuncian desigualdades y las dificultades cotidianas no permiten visualizar un horizonte movilizador. La desilusión no permite creer en ningún proyecto colectivo como Nación, aparecen propuestas que tienden a negar todos los Derechos Sociales, surgen creencias individualistas que no favorecen el entendimiento mutuo.

       Bajo el eslogan de la sociedad del conocimiento y de la sobreinformación, no se admite la posibilidad el desarrollo como Nación a partir de la educación tecnológica y de la industria nacional. La disputa política va más allá de una regulación de las exportaciones y del sostenimiento de la producción primaria, se trata de la educación tecnológica como comprensión de los procesos complejos que superan la visión de un usuario o usuaria de dispositivos digitales, o bien, de operar con programas de computación. Se requiere de procesos de formación para pensar mucho de esos objetos tecnológicos, para sustituir importaciones se requiere de personas con conocimientos aplicables en la vida diaria a objetos reales, un saber hacer reflexivo, entendido en un entorno productivo, no sólo los programas y diseños que corren con computadoras y máquinas importadas.

      La tecnología y su innovación resultan de la combinación de factores que se expresan en el ámbito social, económico y político; también hay que considerar que muchas veces es producto de demandas cruzadas entre los distintos sectores que tienen diferentes necesidades y esperan también respuestas diferenciables. De nada sirve una tecnología que no se encuentre en el ámbito y en el momento adecuado, entendiendo que las tecnologías son indispensables en su doble carácter de objetos concretos y de conocimientos e ideas. Los discursos tienden muchas veces, en nombre de las lógicas económicas y prácticas “supuestamente superiores”, a desalojar el carácter humano y cultural, tanto de las tecnologías como el de las ciencias en su más amplio espectro.

     La inclusión del conocimiento tecnológico como campo de estudio, como las matemáticas, la literatura o la historia, posibilita posicionarnos en ese universo presente entre nosotros. La superación del miedo o “tecnofobia” o la aceptación acrítica de los dispositivos digitales que quieren vendernos, generando todo tipo de basura que conlleva el consumo insensato de recursos no renovables y con ello a la contaminación del medio ambiente. La educación tecnológica nos permite discernir, este fenómeno de época, no comprar todo lo que ofrecen y no negar el presente por prejuicio. Necesitamos comprender el mundo en que vivimos, su dinámica y sus consecuencias en el mediano y largo plazo.

     Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC´S) promovieron la idea de que cualquier incertidumbre, cualquier pregunta o curiosidad se podría satisfacer con su búsqueda en internet, nos han hecho creer que sin esfuerzo podemos tener el manejo de la información. Es muy común encontrar comentarios o posteos al pie de los artículos de los diarios, o dar opiniones y exponer secuencias de nuestro pensamiento o secuencias de nuestra vida personal en las llamadas “redes sociales”, desde esta perspectiva, Éric Sadin las denomina “plataformas de expresividad”.

     La compleja relación educación – trabajo y educación – economía, es para nuestro pueblo un problema que nos remite a historizar sobre las distintas configuraciones culturales que se han venido disputando en los últimos cien años, los proyectos hegemónicos han relegado la Educación Técnico Profesional y con ello la transformación del Sistema Educativo, reduciendo la importancia de la educación sólo a los procesos socio – económicos.

    Un poco de Historia para pensar el presente y el futuro.

     En nuestro país, la sociedad civil y el movimiento obrero habían intentado por años generar modalidades educativas que favorecieran el ingreso a la educación secundaria de los sectores sociales postergados. Algunas Escuelas de Artes y Oficios a fines del siglo IXX y en 1898 la primera Escuela Industrial de la Nación en Buenos Aires, eran las aisladas respuestas que el Estado ofrecía a todos los que solicitaban la expansión de una formación que permita interpretar científicamente el trabajo y la producción.

     Sólo el uno por ciento (1%) de los 300.000 estudiantes de las escuelas primarias asistían a los Colegios Nacionales a comienzo del siglo XX, esto nos refleja la necesidad de los cambios que debían generarse.

       En 1923 se crearon 37 Escuelas de Artes y Oficios y 50 Escuelas Complementarias de educación de adultos con enseñanzas de oficios, que … “probablemente tendían a satisfacer demandas de sectores bajos y proletarios y no atendían las necesidades de profesionalización temprana de los sectores medios, ni las demandas de personal técnico de la gran industria ni del agro” (Puiggrós).

     A partir de la crisis mundial de 1929, se plantearon estrategias para el surgimiento de un nuevo modelo de desarrollo, definiendo y consolidando un modo de regulación basado en una fuerte intervención pública en la economía. Comenzó un proceso de desarrollo y se incorporó la idea de un Estado de Bienestar, que tendería a solucionar los problemas sociales generados por el régimen de acumulación capitalista.

     En la década de 1940, nuestro país comienza a impulsar estrategias y políticas de crecimiento hacia adentro, basadas en la industrialización sustitutiva de importaciones, y el despliegue de acciones orientadas al incremento de la productividad con el propósito de dinamizar el sistema económico. Se planteó seriamente la institucionalización de la relación educación – trabajo y sistema educativo – capacitación laboral.

   El peronismo genero las condiciones para el aumento sostenido de la matricula a partir de la Principalidad del Estado en materia educativa, esto, no hubiera sido posible sin el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores populares, que tuvieron la posibilidad de postergar el ingreso de sus hijas e hijos a la actividad laboral.

    La propuesta educativa de la Educación Técnica en este periodo, se formuló inicialmente desde la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional (CNAOP). Hacia 1952, se constituía la Universidad Obrera Nacional (UON) que posibilitaba los estudios universitarios de los egresados de la CNAOP, con el título de “Ingenieros de Fábrica” en la especialidad cursada.

   Las Escuelas Industriales de la Nación pasaron luego al ámbito de la Comisión Nacional de Educación Técnica (CONET), realizando una reforma curricular y el diseño de Planes de Estudio. La Universidad Obrera Nacional será luego del golpe de Estado de 1955, rebautizada como la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), se estaba produciendo una resignificación histórica, sin Perón en el poder, ya no habría obreros en la Universidad sino “tecnólogos”.

   En la década del ´70 surge la necesidad, ante la demanda popular, de reorientar las políticas sociales, y en el área de la educación técnica se implementó el Proyecto 13, con escuelas cabeceras de regiones geográficas, que fueron equipadas con máquinas e instrumentos para taller y laboratorios de Física, Química y Ensayos Industriales de materiales, electromecánicos e hidráulicos. También funcionaron como centros de formación docente.

   En los ´80 se implementó el Sistema Dual que tiene la característica de la alternancia entre la escuela y las empresas públicas y/o privadas, donde se realizan pasantías y prácticas profesionalizantes que debían ser coordinadas y reguladas por las Escuelas Técnicas.

   Ya en democracia, y dentro de la ola neoliberal, en 1992 se produce la Transferencia de la Educación Secundaria a las provincias y luego, los cambios normativos propuestos por la Ley Federal de Educación (LFE - 1995) desconociendo la historia y las tradiciones pedagógicas de nuestro país. Se apostaba a la solución de los problemas de la formación técnico – profesional en el campo extra educacional. La LFE, en aquellos lugares donde se implementó, desarticuló la Educación Técnica, la dividió en Educación Polimodal y los Trayectos Técnicos Profesionales, se perdían así las incumbencias y la habilitación profesional del Técnico Nacional. Durante este período el CONET es modificado y se transforma en el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET)

   Con el objetivo de reestablecer Derechos Sociales, durante el gobierno de Néstor Kirchner, comienza a promulgarse un conjunto de normas legales en una propuesta integradora, en el año 2005, se sanciona la Ley de Educación Técnico Profesional que manifiesta … “establecer esta modalidad como un derecho de todo habitante de la Nación, articular los distintos tipos de instituciones y programas de educación para y en el trabajo, que especializan y organizan sus propuestas formativas según capacidades, conocimientos científicos tecnológicos y saberes profesionales”. Se intenta romper con el aislamiento y la fragmentación que nos llevó a las desigualdades regionales.

   Se produjo en esos años una importante inversión pública en dispositivos de formación, el Estado Nacional promovió el Programa Conectar Igualdad con la entrega de Netbook a todas y todos los estudiantes del nivel secundario. En la modalidad técnica, se invirtió en aulas y simuladores tecnológicos sostenidos en la microelectrónica – control electrónico de equipos y procesos industriales -. Además, se estableció una red de Formación Docente Continua.

   En 2011, se publicó el Decreto 1374 para definir el Régimen General de Pasantías para la Educación Secundaria como un … “proceso sistemático de formación que articulan el estudio y el trabajo y la toma de conciencia sobre el pleno ejercicio de los derechos laborales”. Se intenta eliminar el riesgo de sostener a bajo costo, una fuerza productiva competitiva que de manera solapada producía simulación o fraude laboral.

   Todo proyecto político tiene en el campo educativo que generar los objetivos y finalidades, para ello, muchas veces se formaliza, y en otras ocasiones hay que develarlos, como se entiende a la educación y el papel del Estado, la relación de lo público con lo privado y un modelo pedagógico que plantea desde las condiciones laborales docentes, relación y grados de participación de la comunidad, los vínculos de la educación con la economía, con las nuevas tecnologías y con el mundo de la producción y el trabajo. En los distintos gobiernos este escenario material y simbólico ha ido mutando y reconfigurándose.

  En el año 2015, con Macri, la derecha política llega al poder por primera vez por vía democrática. Sólo a tipo de muestra, sus prácticas en el ejercicio de poder, produjeron la caída de las becas doctorales y las limitaciones en la carrera de investigador e investigadora del CONICET, desarticulación del Sistema de Formación Docente, se intentó eliminar la paritaria Nacional Docente, la subejecución el presupuesto del INET, se dejaron de entregar las Netbook y se proyectó la creación de la Agencia Nacional de Formación de Talentos que absorbía la Dirección Nacional de Formación Profesional. Todo un berenjenal y entramado con profundos cambios materiales y simbólicos que costará años reconstruir. 

   En todas las políticas públicas, como sostiene el sociólogo francés Loic Wacquant … “donde se retira el Estado Providencia, asoma su horrible rostro el Estado Penitencia”, resurge la represión de las protestas y se pone en juego todo un conjunto de significaciones donde empiezan a languidecer de a poco los derechos sociales.

   Para quienes sostenemos la importancia social de la Educación como un Derecho, creemos que su ejercicio debe estar por sobre la reestructuración política, la división social del trabajo y la incertidumbre del mercado laboral, ligado al dinamismo del modo de producción. Las desigualdades que se generan por no poder acceder al conocimiento resultan injustas, pues aleja a las personas como sujetos sociales de la posibilidad de intervenir, con conciencia crítica, de los procesos productivos, afectando su desarrollo personal y el mejoramiento de su calidad de vida.

   Debemos generar las acciones y los debates necesarios para posibilitar la democratización del conocimiento humano y tecnológico, para una formación más amplia para el trabajo y la ciudadanía crítica, y no encuadrar la formación desde la lógica de la producción o desde el cada vez más segmentado y precarizado mercado laboral.

 

Bibliografía.

-         FERNÁNDEZ, Alvaro. “Interpretaciones sobre sobre el proyecto educativo del primer peronismo”. Mimeo. Bs. As. 1997.

-         FOUREZ, Gerard y otros. “Alfabetización científica y tecnológica” Ediciones Colihue, Bs. As. 1997.

-         HERRERA, Marcelo. “Enseñanza de la Tecnología en la Escuela Media Técnica. El caso del área de la automatización en sexto año” Tesis de Licenciatura. FCE – Universidad Nacional del Comahue. 2000.

-         HERRERA, Daniel. “Análisis curricular. Planes de Estudio de la especialidad electromecánica en las Escuelas Medias de Enseñanza Técnica” Tesis de Licenciatura FCE – Universidad Nacional de Comahue. 2001.

-         PUIGGRÓS, Adriana. “Sujetos, disciplina y currículum” Editorial Galerna, Bs. As. 1990.

-         SADIN, Éric. “La era del individuo tirano. El fin de un mundo común”. Caja Negra Editora. Bs. As. 2022.

 

 

*Daniel HERRERA. Profesor y Licenciado en Ciencias de la Educación. Universidad Nacional del Comahue. Educador – Escritor. Neuquén, agosto de 2023.

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